Para despedir el año, les dejo a Andy comiendo una hamburguesa junto a una cita de Louise Bourgeois.
Que empiecen el año con inspiración y hambre de seguir haciendo y pensando en esto que se llama ¿arte?
divagación total sobre el arte
Las historias se desarrollan en un pueblo de Alaska llamado Cicely, Chris, uno de los habitantes del pueblo, es locutor y artista.
Un día tiene una visión que consiste en lanzar una vaca utilizando una catapulta, pero Ed (el cineasta del pueblo) le dice que los Monty Phyton ya lo hicieron en la película del Santo Grial. Entonces entra en una crisis donde se cuestiona el concepto de originalidad, se pregunta que caso tiene lanzar la vaca si ya lo hicieron, si debe seguir ciegamente la visión original para llevar a cabo su obra. Al final llega a una conclusión “lo importante es el lanzamiento”.
Aquí un blog que habla del mismo capitulo, del mismo lanzamiento, donde se propone una relación con fluxus.
http://www.espacioblog.com/rrose/post/2006/11/27/lanzamiento-piano
Mas adelante, en otro capitulo vuelve a aparecer la catapulta. En ésta ocación Chris recibe un regalo de un amigo suyo, una caja grande, muchos especulan sobre el contenido, tal vez es un refrigerador… En realidad es un ataúd con su amigo (muerto) dentro. ¿Qué hacer? ¿Cuál es el funeral mas apropiado? ¡Lanzarlo!
De regreso al ciberespacio con una caja de zapatos vacía, ¡si! esa, la de Gabriel Orozco. De sus piezas, es la que más llama mi atención y me es imposible pensarla sin las siguientes anécdotas:
Ésta pieza es un buen ejemplo de aquella frase que dice: cualquier cosa es arte. Está asegurada cada vez que se exhibe, como cualquier obra de gran maestro o artista famoso, situación que genera cierto malestar administrativo en los museos, porque aunque sea una obra de arte no deja de ser una vulgar caja de zapatos de menos de un dólar (me pregunto en cuanto estará avaluada).
¿Será un asunto de irreverencia llamar arte un objeto tan insignificante, común, cotidiano, moviendo un poco los cimientos de
Lo que me gusta de ésta pieza es que me hace pensar.
Hace unos días por cosas de la vida terminé viendo la película mexicana “así del precipicio”. Lo que me llamó la atención es que esta producida por el señor Eugenio López, dueño o algo similar de Jumex y de
Sino estoy mal,
Y por estos días he estado leyendo la novela “Érase una vez el amor pero tuve que matarlo” de Efraim Medina Reyes. Aquí un fragmentito:
P.M.: ¿Qué debe tener alguien para que usted lo considere un artista?
Yo: Ser un vividor. Un escritor es quien escribe, un pintor quien pinta, un vividor quien vive. Hoy a cualquiera se le llama artista. Un mandril de telenovela, un marica de museo, una puta de revista. Cualquiera que chille puede ser llamado artista. He conocido gente por ahí sin oficio alguno y sin embargo llena de una vitalidad extraordinaria, para mí son artistas. Fíjese que un escritor famoso con el tiempo puede degenerar en momia de eventos sociales o majareta de la tele. El artista en cambio no tiene opción, es un fracaso a prueba de eternidades. No sé que tan buen escritor haya sido Beckett, sé que era un artista. Si Botero es un artista mi verga es de oro puro. En cuanto a que llamen artista a un actor, cantante, etc., sí, lo son, en el mismo sentido en el que lo es la mierda del perro.
Hace unas semanas me llegó a través de e-flux, el comunicado de prensa de una exposición llamada “Anónimo: en el futuro nadie será famoso”, compuesta por los trabajos de 11 artistas internacionales que junto con el curador se mantienen en el anonimato para éste evento.
Al parecer cada vez se ve con más atención como el mercado del arte influencia la producción artística. Importa más el nombre del artista, el cual funciona como una marca, que los contenidos mismos de las obras. Consideran ellos que eso hace que el arte pierda su potencial subversivo y capacidad de perturbación.
Toman la frase de Andy Warhol de 1968 “En el futuro todos serán mundialmente famosos por 15 minutos” y la reelaboran bajo la presunción de que con la popularización de la fama, ésta tendrá que ser alimentada por una especie de circulo vicioso donde mas y mas gente famosa es fabricada, los cuales cada vez tienen menos aura de fama y serán por lo tanto rápida y fácilmente reemplazados. Así que, cualquiera (inclusive los artistas estrella) que sea famoso hoy, será olvidado mañana.
La exposición esta hasta el 14 de enero del 2007 en
Lo que más me llama la atención es que aunque son anónimos son artistas internacionales, no son simples artistas… Ah! y en el catalogo aparece un texto del para nada anónimo Hans Ulrich Obrist.
Imágenes y comunicado de prensa en:
http://www.schirn-kunsthalle.de/index.php?do=press_images〈=en&id=82
http://www.schirn-kunsthalle.de/index.php?do=exhibitions_detail&id=71&lang=en